¿Qué son Los monólogos de Muchachada Nui?
Es un espectáculo con un monólogo, un cómico, un micro y tonterías a tutiplén. Eso va así. Hay guiños al programa y al fin y al cabo Ernesto y yo somos los autores de nuestros textos y guionistas, por lo que hay referencias a Muchachada Nui y al final hay una sorpresa musical.
¿Qué ha pasado por el camino recorrido desde Muchachada Nui hasta Museo Coconut?
Pues que un proyecto desarrollado para TVE se acabó y teníamos ganas de hacer una serie de ficción pura y dura. Entonces surgió esta oportunidad en Neox. Y ahí estamos. Hemos cambiado en el sentido de que Muchachada Nui y La hora chanante tenían un humor más absurdo y más surrealista, y al hacer una serie tienes que prescindir de algunas cosas, pero lo vemos como una evolución, es como un paso adelante.
El humor también evoluciona. ¿Qué provoca risa ahora?
La gente básicamente se ríe siempre de lo mismo. Existe el humor físico, la broma de texto... hay muchas situaciones que hacen reír y eso es algo internacional. Alguien que se tropieza y se cae provoca risa en todas partes. Nosotros proponemos un humor con unos referentes distintos. Hemos podido arriesgar en eso, no tenemos necesidad de hacer un humor para todos los públicos y hemos podido hacerlo con otros referentes y otras herramientas. A mí me gusta el humor blanco, absurdo, las cosas que son inesperadas.
¿De qué no se reiría nunca?
Los cómicos tenemos la necesidad de rozar un poco los límites, pero en general el sufrimiento humano, las enfermedades no son cosas que nos gusten... Yo intento no ponerme por encima de los personajes sobre los que escribo parodias. Puedo hacer bromas sobre homosexuales porque me sitúo al nivel de ellos. No los tratas con superioridad, al revés, porque creo que una forma de creer en esa igualdad es bromear con todos. La parodia tiene que tener corazón, no tiene que ser una cosa despiadada.
Usted estudió Bellas Artes, igual que sus compañeros Carlos Areces y Raúl Cimas. ¿Por qué de la ilustración al humor ante las cámaras?
Pues no sé qué conexión puede haber entre ambas cosas. Nos hemos juntado por una serie de casualidades, hemos estado en el momento oportuno en el lugar exacto. Aunque yo lo que quería era dedicarme a la ilustración.
Pero mantiene esa faceta de dibujante en la actualidad.
Sí, dibujo y también ilustro libros. Es casi una necesidad.
¿Le ha influido tener esos conocimientos a la hora de crear sus personajes?
Yo creo que sí. Somos lo que somos gracias a esa carrera. Allí Me enseñaron que lo importante era hacer las cosas más que hablar de ellas. Luego en la carrera conocí a personajes excéntricos a punta pala y eso me ha servido. Cuando empecé a estudiar esa carrera vi que era mi sitio.
Dígame algo que le haya hecho reír mucho últimamente.
Pues mira, me he leído Memorias de un amante sarnoso de Groucho Marx y me ha hecho bastante gracia. También ciertos documentos que se han publicado en Wikileaks porque hemos visto cómo los diplomáticos definen a los jefes del mundo, tiene gracia. Hay cosas que están escritas con cierto sentido del humor.
Mejor tomárselo así...
Si todo el mundo conociera qué pensamos de nuestros amigos sería increíble. Se ha pillado a un amigo hablando mal de otros, pero no es tan grave. Lo que es un escándalo es que eso se filtre. Con internet estás expuesto a esto. Pero a la gente lo que le interesa es comer, vestirse y disfrutar en la medida de lo posible.
¿Y que le han parecido las elecciones catalanas?
Me provocó cierta perplejidad y un poco de risa que Carmen de Mairena sacase más votos que Rosa Díez.
¿Qué cuerpo tiene después del Madrid-Barça?
Yo soy culé... Me ha dado un bajón hoy de la cantidad de emociones que viví el lunes.
Ha muerto Leslie Nielsen, uno de los reyes del humor.
Hace un año estaba con él haciendo la producción de Spanish movie y era encantador. Tenía un aire de viejo cowboy y para mí fue conocer a un ídolo.
¿Qué otros ídolos tiene?
Faemino y Cansado, Peter Sellers, Gila... los Monty Python.
La gente piensa que los humoristas son siempre graciosos.
Lo que pasa es que uno no puede ser gracioso todo el rato. El humor surge en un momento en el que estás relajado. Pero es obvio que para dedicarte a la comedia tienes que tener buen humor, una visión positiva de la vida. Si eres una persona amargada no creo que puedas desarrollar esa faceta. Yo al menos siempre he tenido las chorradas a flor de piel. Soy muy de poner la oreja y todo eso lo aprovecho.
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