Después de sembrar risas y de recolectar la admiración y el respeto de un público fiel, los chicos de Muchachada nui se reconvierten. Capitaneados por Ernesto Sevilla, han dejado a un lado los sketches y han vuelto transformados a la pequeña pantalla con Museo Coconut , una comedia de situación en la que los protagonistas son la propietaria de un museo, su hijo, el director y los vigilantes del centro. Más risas, aunque diferentes.
--Véndale al público fiel de Muchachada nui su nuevo proyecto, por favor.
--Les diría que les va a gustar, porque el espíritu del humor es el mismo. El programa lo hacemos la misma gente. Está Joaquín Reyes, Julián López, Carlos Areces, Raúl Cimas... Lo que pasa es que ahora interpretan un papel fijo. Pero todos son personajes que van a funcionar y son muy graciosos.
--Usted dirige Museo Coconut, pero ¿a quién se le ocurrió la idea del proyecto?
--Partió de mí. Soy el máximo impulsor de este proyecto, porque los otros no se atrevían mucho a cambiar de rollo. Yo era el que más ganas tenía de hacer una serie de televisión y el que estaba empeñado en cambiar de género, así que pensé la idea del museo. Pero todo lo demás lo hicimos entre todos.
--¿Estaba cansado de la fórmula de Muchachada nui?
--No sé si la palabra es cansado. De hecho, continuaremos con el otro estilo. Lo que pasa es que a mí me apetecía profundizar más en la ficción pura, comprobar qué pasaría si tuviésemos que hacer comedia siempre en los mismos decorados y con los mismos personajes. Creo que era un reto que, como cómicos y humoristas, teníamos que tomar.
--Entonces, ¿la puerta de Muchachada nui sigue abierta?
--Nunca dejaremos de hacer sketches. Es un formato que nos gusta mucho y que no vamos a abandonar. El de Museo Coconut simplemente es un formato (el de comedia de situación) del cual somos muy fans y queríamos ver qué tal se nos daba.
--¿Y qué tal se les da?
--Creo que bien. Estoy contento con lo que estamos haciendo. Además, como empezamos grabando solo exteriores, de una forma parecida a como lo hacíamos en Muchachada nui , pues la verdad es que no cambiamos mucho el chip, al principio. Tiene todo bastante buena pinta.
--Museo Coconut tiene público en directo en el plató. ¿Qué valor añadido aporta ese detalle?
--Queríamos desarrollar el género de la comedia de situación lo más puro posible. Por eso queríamos que durase media hora y que hubiera público en el plató, porque es así como tradicionalmente se define el concepto de sitcom . Nos parecía emocionante trabajar con público, porque es algo que hacemos cuando vamos a actuar por ahí y queríamos ver qué tensión nos generaba. Nos parecía más auténtico si lo hacíamos con público delante y no con risas enlatadas.
--Otra novedad de la serie son los cameos.
--Nos apetecía mucho hacerlos y en Muchachada nui no podíamos, porque todos los personajes los hacíamos nosotros y esa era la filosofía del programa. Pero ahora que somos más respetuosos con la ficción y no podemos interpretar nosotros a todos los personajes, hay pequeños papeles que permiten incluir en la serie a algunos amigos. Intentamos que sea gente que nos parece graciosa.
--Además de dirigir, se ha guardado un papel.
--Tengo un papel pequeño: soy el hijo de la dueña del museo.
--No parece un papel menor.
--Pues sí, es muy pequeño. Es una trama paralela. Los verdaderos protagonistas de esta serie son los guardias de seguridad, el guía y el director del museo. La madre y el hijo son una cosa prácticamente anecdótica.
--Anecdótica, quizá. Pero engancha de inmediato por su parecido con el caso de la baronesa Thyssen y su hijo Borja.
--A nosotros nos hace mucha gracia el paralelismo con la familia Thyssen, pero los que aparecen en Museo Coconut no son ellos. Una cosa es que la serie esté basada en ellos y otra que sean ellos, que no lo son. La serie no está centrada en la familia, ni mucho menos. Eso es como una cosa de regalo.
--¿En qué se ha inspirado? ¿Hay algún programa que le haya servido de referencia?
--Todos nosotros hemos visto muchas comedias de situación, desde Cheers hasta Seinfeld , pero la que más nos ha influido es Los informáticos .
--¿Con Museo Coconut aspiran a llegar a un público nuevo, que no les seguía hasta ahora?
--Con la serie nos vamos a abrir un poquito en cuanto a público. Creo que nos puede ver más gente de la que nos veía en Muchachada nui. Seguimos siendo nosotros y seguimos siendo un poco freaks, pero este trabajo es más accesible a más gente. Al fin y al cabo, contamos historias cotidianas de personas que trabajan en un museo.
--De los personajes que deja atrás con Muchachada nui, ¿a cuál va a echar más de menos?
--A Marcial no le voy a echar de menos, porque no me lo quito de la cabeza. La gente me lo sigue diciendo, con lo cual no creo que se me olvide nunca. A mí me gusta mucho uno que hacía en La hora Chanante , que se llama Marlo. Ese es el que más echo de menos siempre.
0 comentarios:
Publicar un comentario